Estoy recopilando información para poder diseñar la instalación de la sala “La Gallera”. Mi intención es diseñar un espacio para que el espectador pueda recorrer toda la instalación. En un principio la idea de laberinto, por el cual el espectador es capaz de perderse
Un laberinto (del latín labyrinthus, y este del griego λαβύρινθος labýrinzos) es un lugar formado por calles y encrucijadas, intencionadamente complejo para confundir a quien se adentre en él.
Los laberintos se clasifican básicamente en dos grandes grupos "según la relación que existe con el centro y la salida del mismo". El primer grupo de estos laberintos es el laberinto clásico o laberinto univiario: es el que nos hace recorrer, al ingresar en él, todo el espacio para llegar al centro mediante una única vía, camino o sendero; es decir, no nos ofrece la posibilidad de tomar caminos alternativos, no hay bifurcaciones, sino que hay una sola puerta de salida, que es la misma por la que se entra al laberinto. Por el hecho de tener un solo camino o sendero que seguir a medida que avanzamos dentro de él, no nos podemos perder en su interior.
El segundo grupo de laberintos son los laberintos de mazes (perdederos, laberinto de caminos alternativos) en donde al recorrer el interior del laberinto seguiremos un camino correcto o uno incorrecto, que nos llevará o no a la salida del mismo.
Un laberinto (del latín labyrinthus, y este del griego λαβύρινθος labýrinzos) es un lugar formado por calles y encrucijadas, intencionadamente complejo para confundir a quien se adentre en él.
Los laberintos se clasifican básicamente en dos grandes grupos "según la relación que existe con el centro y la salida del mismo". El primer grupo de estos laberintos es el laberinto clásico o laberinto univiario: es el que nos hace recorrer, al ingresar en él, todo el espacio para llegar al centro mediante una única vía, camino o sendero; es decir, no nos ofrece la posibilidad de tomar caminos alternativos, no hay bifurcaciones, sino que hay una sola puerta de salida, que es la misma por la que se entra al laberinto. Por el hecho de tener un solo camino o sendero que seguir a medida que avanzamos dentro de él, no nos podemos perder en su interior.
El segundo grupo de laberintos son los laberintos de mazes (perdederos, laberinto de caminos alternativos) en donde al recorrer el interior del laberinto seguiremos un camino correcto o uno incorrecto, que nos llevará o no a la salida del mismo.
Cuando observamos un laberinto podemos ver que el espacio en el que nos adentramos es un lugar en el cual somos conducidos hacia un recorrido determinado para poder salir de él. Ya bien sea el univiario o el de mazaes. Esto delimita la libertad del espectador a recrearse en el espacio a ser capaz de tomar el camino propio.
Laberinto de Horta (Barcelona)
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