martes, 28 de diciembre de 2010

Eva Hesse. Trabajos del estudio

14 de mayo – 1 de agosto de 2010

Eva Hesse. Trabajos del estudio

A pesar de que la carrera artística de Eva Hesse (1936-1970) abarca tan sólo diez años, su producción ha tenido una importancia decisiva para la historia del arte creado a partir de la segunda mitad del siglo XX. Esta exposición muestra, a través de pequeñas obras o "trabajos del estudio", la aportación de Hesse a la transformación radical de la escultura en una época en donde la categoría misma del objeto artístico estaba en crisis.

Junto a sus esculturas a gran escala, la artista norteamericana Eva Hesse creó un gran número de pequeñas obras experimentales con una gama de materiales notablemente variada, entre ellos látex, fibra de vidrio, tela metálica, estopilla, cinta adhesiva y cera. Estas pequeñas obras se han denominado con frecuencia “piezas de prueba”, dando por supuesto que se habían realizado para probar materiales y técnicas como preparación para otras obras más ambiciosas. Sin embargo, es evidente que sólo en raras ocasiones se trataba únicamente de experimentos técnicos. Los trabajos del estudio muestran el uso radicalmente innovador de los materiales que hacía Eva Hesse, pero también demuestran –en cuanto colección en miniatura de sus métodos de trabajo– su transformación radical de la escultura en una época en que la naturaleza misma del objeto artístico estaba en crisis. En medida similar a otros artistas seminales de la década de los sesenta como Andy Warhol o Donald Judd, Eva Hesse redefinió la naturaleza del encuentro estético en un sentido que todavía tiene repercusiones para nosotros hoy en día.


Hesse no utilizaba el término “pieza de prueba” para describir sus pequeños trabajos experimentales. Como mucho, en sus notas se refería a ellos como “muestras”. Sólo después del fallecimiento de la artista empezó a aplicárseles el nombre de “piezas de prueba”, en parte por defecto. Este término, como “prototipo”, otra palabra muy propia de la época, revelaba el deseo de vincular el arte al lenguaje de la industria. Era una época en que los artistas a menudo encargaban la realización de sus obras a colaboradores técnicos que seguían sus detalladas instrucciones, una época en que el arte se vio despojado del aura que rodeaba la huella expresiva individual del tacto físico del artista. Hesse siguió creando objetos más pequeños con sus propias manos, pero, como tantos otros artistas de entonces, recurría a colaboradores y ayudantes para hacer las piezas a gran escala. Sin embargo, puede sostenerse que el término “pieza de prueba” vincula su obra a la tecnofilia entonces vigente, pero no acaba de dar cuenta de su pura corporeidad y de las asociaciones con el cuerpo. Al renombrarlos como “trabajos del estudio” (studiowork), expresión acuñada en el título de esta exposición, se pretende describir con mayor elasticidad esta gama de objetos profundamente enigmáticos, que no son ni experimentos puramente técnicos ni necesariamente piezas acabadas. Se trata de piezas liminares, que se sitúan entre ambas definiciones y se resisten a cualquier categorización cómoda.
El estatus de los trabajos del estudio es precario. Podríamos definirlos razonablemente como trabajos [work] que no llegan a convertirse necesariamente en Una obra [A work]. Se trata de objetos creados por Hesse en el día a día, objetos hechos a mano y con frecuencia complejos que nos invitan a pensar no sólo en los procesos del arte, sino en qué impulsos –tanto conscientes como inconscientes– rigen la práctica de la creación artística. Bien podría ser que la realización de pequeñas piezas como éstas en el estudio no sólo sea un medio de resolver problemas, o de aclarar las ideas al materializarlas, sino que incluso prolongue el proceso de creación, postergue el producto final y sitúe en primer plano el proceso mismo. El deseo compulsivo de repetir resulta evidente en buena parte de los trabajos del estudio, y las técnicas utilizadas por la artista, como ensartar, doblar, cortar, perforar y enrollar, a menudo se basan en actos y gestos repetitivos. Contemplar los objetos implica también ver el desarrollo de todas esas acciones. Algo que al principio parece accidental y desechable, como una pieza de látex de forma extraña, requiere un tiempo de contemplación y, a medida que se mira, los gestos que intervienen en su creación se van volviendo más evidentes. De esa manera, cuando se mira con atención, algo que inicialmente parece un simple resto del estudio puede cobrar vida como objeto. Los trabajos del estudio se encuentran en ese punto crítico entre el origen y el desecho.

http://www.fundaciotapies.org/site/spip.php?rubrique951






Me parece que esta autora, en concreto despues del estudio que estoy realizando en cuanto al arte procesual, refleja los intereses de proceso de trabajo que tengo como premisa para la realización de mi proyecto.

ARTE PROCESUAL

El arte procesual o arte en proceso (en inglés, Process art) es un movimiento artístico así como un sentimiento creativo y un punto de vista sobre el mundo donde el producto final del arte y la artesanía, el objeto de arte, no es el centro de atención principal. El «proceso» en el arte procesual se refiere al proceso de la formación de arte: la búsqueda, clasificación, recopilación, asociación y estampado. El arte procesual está preocupado con el hacer real; el arte como un rito, ritual y performance. El arte procesual a menudo acarrea una motivación inherente, racional e intencional. Por lo tanto, el arte se ve como un viaje creativo o proceso, más que como el producto acabado.

Robert Morris
(Kansas City, 1931) Artista estadounidense. Encuadrado en la tradición del arte conceptual, explora las múltiples relaciones existentes entre la obra, el artista, el público y el espacio circundante, con una especial atención al proceso mismo de creación de la obra, en el que tanto el espacio como los materiales empleados se transfiguran poéticamente (Observatorios, 1971; Laberintos, 1974). En la expresión artística recurre a la utilización de formas simples, por lo que cabe considerarlo como uno de los precursores del arte minimalista a comienzos de la década de los sesenta y como autor de obras antiformales: arreglos de Fieltros recortados (a partir de 1967), amontonamientos de tierra y basuras (1968), bloques de piedra (1977). Autor también de series de dibujos como Blind Time (1986).
















Keith Sonnier (nacido en 1941 , Mamou, Louisiana ) es un minimalista , rendimiento , video y luz artista . Sonnier fue uno de los primeros artistas en utilizar la luz en la escultura en la década de 1960, y ha sido uno de los más exitosos con esta técnica. Sonnier fue parte del proceso de Arte del Movimiento.













Chris Drury (Llevado 1948, Colombo, Sri Lanka) es artista ambiental británico. Su cuerpo del trabajo incluye los montajes efímeros de materiales naturales, en el modo asociado a Andy Goldsworthy, así como arte más-permanente del landcsape, trabaja en el papel, y las instalaciones de interior.
Algunos de los trabajos que duran de Drury son “compartimientos de nube”, cavernas obscurecidas construidas de roca local, césped, u otros materiales. Cada compartimiento tiene un agujero en la azotea que sirve como a cámara fotográfica del agujero de alfiler; los espectadores pueden incorporar el compartimiento y observar la imagen del cielo y de las nubes proyectados sobre las paredes y el piso. En el papel, él utiliza una variedad de medios inusuales---notablemente seta impresiones de la espora, dung, y turba---como fuente del color y patrones, que él puede ser que sobreponga con el texto o las huellas digitales, o arpillera con los mapas u otras imágenes geográficas. Más recientemente, Drury ha producido los trabajos asociados al cuerpo, trabajando en residencia con los hospitales e incorporar echocardiogram datos y sangre en su arte.

viernes, 10 de diciembre de 2010

AUTORES

Louise Nevelson

Sky Cathedral, 1959

Cascade VII, 1979

Night Presence IV, 1973


Louise Nevelson su trabajo consitía en la composición en pequeñas cajas de objetos encontrados.

AUTORES

Joseph Cornell
Las obras más características de Cornell eran conjuntos de objetos contenidos en cajas. Los mismos consistén de cajas simples, por lo general con un vidrio en su frente, dentro d elas que ordenaba una colección sorprendente de fotografías o bric-à-brac victorianos, de forma de combinar la austeridad formal del Constructivismo con la fantasía del Surrealismo.




OBJETOS Y APARICIONES

A Joseph Cornell

Hexaedros de madera y de vidrio
apenas más grandes que una caja de zapatos.
En ellos caben la noche y sus lámparas.

Monumentos a cada momento
hechos con los desechos de cada momento:
jaulas de infinito.

Canicas, botones, dedales, dados,
alfileres, timbres, cuentas de vidrio:
cuentos del tiempo.

Memoria teje y destejo los ecos:
en las cuatro esquinas de la caja
juegan al aleleví damas sin sombra.

El fuego enterrado en el espejo,
el agua dormida en el ágata:
solos de Jenny Lind y Jenny Colon.

"Hay que hacer un cuadro", dijo Degas,
"como se comete un crimen". Pero tú construiste
cajas donde las cosas se aligeran de sus nombres.

Slot machine de visiones,
vaso de encuentro de las reminiscencias,
hotel de grillos y de constelaciones.

Fragmentos mínimos, incoherentes:
al revés de la Historia, creadora de ruinas,
tú hiciste con tus ruinas creaciones.

Teatro de los espíritus:
los objetos juegan al aro
con las leyes de la identidad.

Grand Hotel Couronne: en una redoma
el tres de tréboles y, toda ojos,
Almendrita en los jardines de un reflejo.

Un peine es un harpa
pulsada por la mirada de una niña
muda de nacimiento.

El reflector del ojo mental
disipa et espectáculo:
dios solitario sobre un mundo extinto.

Las apariciones son patentes.
Sus cuerpos pesan menos que la luz.
Duran lo que dura esta frase.

Joseph Cornell: en el interior de tus cajas
mis palabras se volvieron visibles un instante

Octavio Paz